miércoles, 1 de septiembre de 2010

La técnica interna del ritmo.
E.J Dalcroze
(Extractos)
Revista musical. 1925




Comprobando, antaño , hasta qué punto el 90% de los alumnos virtuosos entienden mal y “viven” poco la música: son incapaces de frasear y matizar las obras instintivamente e intelectualmente y así animarlas de una vida personal. Yo quise dedicar mi vida al desarrollo de las facultades musicales del niño de manera de llevarlo más tarde a realizar los estudios técnicos instrumentales en condiciones que les permitan hacer de esa técnica, una manera de exteriorizarse, de afirmarse, de realizar sus y sus sentimientos personales y no usar esta técnica para imitar servilmente los pensamientos y sentimientos de otros.

Hay dos agentes corporales a partir de los cuales, apreciamos, entendemos, vivimos, sentimos la música, esos dos agentes son el oído en el caso de la sonoridad, y el sistema nervioso en el caso del ritmo (…). Es evidente que le sonoridad es de un orden secundario porque no tiene su origen y su modelo en nosotros mismos , en tanto el movimiento de naturaleza instintiva en el hombre es de orden primario (…).

Ante todo, la gimnasia musical es una experiencia personal. Su meta es, de crear, a partir del ritmo, una corriente de comunicación veloz y regular entre el cuerpo y el cerebro (...). Se trata de eliminar en toda acción muscular, la intervención intempestiva de los músculos inútiles a su realización, gracias a la voluntad. Y así desarrollar la atención, la consciencia y la voluntad, pues crear una técnica automática para todos los movimientos que no tienen, en el interés del arte, la necesidad del recurrir a la consciencia, de manera que ella sea reservada solo a las manifestaciones puramente intelectuales del individuo.

El ritmo es un elemento de orden irracional, el compás existe y se mantiene gracias al razonamiento hasta el momento en que el compás se une íntimamente al ritmo.
Dado que armoniza los centros nerviosos, que desarrolla y crea también más costumbres motrices , una educación basada en la experiencia del ritmo asegura el libre juego, y provoca el aumento de la frecuencia de los manifestaciones subconscientes que al manifestarse salvajemente , pierden la mitad de su fuerza por falta de canalización. Al juntarse con las fuerzas conscientes, aseguraran el desarrollo integral del individuo beneficiando del orden y de la armonización establecidos en el organismo. (…).

La creación en el organismo de un sistema veloz y liviano de comunicación entre todos los agentes del movimiento y del pensamiento, dan un libre vuelo a la personalidad, se afirma, se fortalece, y se vivifica en proporciones increíbles. Además, al individuo le da la confianza en si mismo necesaria al equilibrio de sus funciones vitales, porque le da la posibilidad de realizar fácilmente todas sus concepciones (…).

El primer resultado de una gimnasia bien entendida es instaurar la claridad en el conocimiento de si mismo y crear la posibilidad de optimizar el uso de sus facultades.
Ese resultado debería llamar la atención de todos los pedagogos y asegurar a la educación, por y para el ritmo; cualquiera sea la forma y su modo de acción, un lugar importante en la cultura general.
Desde el punto de vista artístico, es seguro que, poniendo las facultades integralmente desarrolladas del individuo, al servicio del arte, esa educación asegura al mas flexible y completo de los interpretes: el cuerpo humano, que puede convertirse en un maravilloso instrumento de belleza y armonía cuando vibra al unísono de la imaginación artística y que colabora con el pensamiento creativo (…)

Es el ritmo que establece la circulación y el equilibrio entre las fuerzas internas y las fuerzas externas que las asaltan (…).

Gracias a un retorno voluntario a la simplicidad de marchas, a la franqueza de expresiones, gracias a un abandono natural de todo el ser a la emoción artística,- fuera de todo “pintoresco intelectual”- que se desarrollará el arte músico-plástico del mañana. El artista tiene que espiritualizarse si mismo antes de querer espiritualizar la materia. El arte tiene que ser de esencia y de potencia expresivas y no imitativas o “im- presiva” .



Platon dijo “La belleza es el esplendor de la verdad”,

y Goethe sumó “En el arte plástico y musical están los secretos más profundos de la sensibilidad humana”.


traduccion: Isabelle Paez

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